jueves, 2 de abril de 2009

CUANDO DESCUIDAMOS NUESTRA CULTURA GENERAL...

La cultura general es apreciada por algunos y despreciada por muchos. Así como hay muchas personas que se esfuerzan cada día por mantener y ampliar su cultura general, otras en cambio las descuidan completamente, y no suelen esforzarse por adquirirla.

Muchas personas deambulan por el mundo sin el más mínimo interés en crecer como personas cultas y por el contrario se entregan frenéticamente a cualquier actividad que le proporcione el máximo placer y status dentro de su ambiente social.

Es realmente triste como ver que en algunas reuniones sociales y/o laborales, se la pasan asintiendo la cabeza mientras conversan con otras personas, en un intento desesperado de disimular su escaso conocimiento, ya sea de política, economía, cultura, etc. Y lo peor es que algunas personas a pesar de pasar por estos percances, no hacen nada por adquirir el mínimo de cultura general, creyendo erróneamente que no volveran a pasar por algún percance similar en el futuro.

La lectura de libros o revistas especializadas no es algo que muchas personas aprecien, y en este mundo audiovisual, hay personas que son incapaces de dedicarle una o varias horas a la lectura de estos materiales, ya sea por falta de costumbre o falta de interés.

Pero lo cierto es que no podemos quedarnos tranquilos y dejar las cosas así. No podemos pensar que la vida solo consiste en ir de rumba, y recochar con los amigos. Nuestra vida laboral y social siempre nos exigirá que estemos al día sobre los más variados aspectos de nuestra economía, sociedad, cultura, etc.

Hay personas que son tan poco cultas (inclusive universitarios y/o profesionales), que desconocen cosas tan simples, como por ejemplo, que Berlín es la capitál de Alemania, que Suiza es reconocida mundialmente por producir los mejores quesos, chocolates, relojes de cuarzo.

Podría citar cientos de ejemplos como los anteriores, donde personas, pasan por ignorantes en reuniones sociales, simplemente por no saber sostener una conversación con una persona culta.

Hay que leer, inofrmarse, y sobre todo, desarrollar el gusto por aprender, ya que sino, siempre viviremos, temerosos de que en una reunión social, alguién se nos acerque y no sepamos como conversar con esa persona, sin pasar por personas de una cultura general pobre...

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