jueves, 3 de febrero de 2011

Drácula

Un currículum parecido al anterior poseía Vlad "El Empalador", conocido mundialmente como El Conde Drácula, quien no era ningún vampiro, pero tampoco era precisamente un buen tipo, según cuenta el autor de este compendio de personajes adictos a derramar sangre.

Drácula, cuyo significado en rumano es "Hijo del Dragón", nació en Transilvania en 1431. Un panfleto del siglo XV recogido por Thomsom habla de él como un empalador nato, que además asaba y cocía las cabezas de sus enemigos en una olla y los despellejaba y picaba como si fueran coles. Pese a todo Vlad III Tepes de Valaquia continúa siendo un héroe nacional en Rumanía, país al que liberó del yugo turco con puño de hierro... y estaca de madera, según explica Thomsom en su apasionante relato.

Gengis Kan

Ejemplo de ello es la biografía de Gengis Kan, protagonista de un estudio científico sacado a la luz por Thomsom que certifica que el 8% de la población asiática lleva en sus genes al gran kan. Un dato escalofriante teniendo en cuenta que está considerado el más fiero, sanguinario y poderoso conquistador de la historia.

El Rey Leónidas

El Rey Leónidas

El Rey Leónidas de Esparta poseía un ego mucho menor que el anterior, pero consiguió por méritos propios entrar en la lista de tipos duros elaborada por Thomsom, quien revisa la batalla de las Termópilas con un estilo tan personal como original. De hecho "Los tipos más duros de la historia" es un ejercicio narrativo desenfadado, con un espíritu juvenil y muy recomendable para los lectores que ven los libros de historia como una herramienta de difícil comprensión y extremadamente aburrida.

Sin embargo, las anécdotas que cuenta Thomsom sobre los personajes que nutren la obra convierten su lectura en un auténtico placer y una forma de acercarse a la historia poco convencional.

Ramsés II

Ramsés II


El primer tipo duro al que se acerca el autor es Ramsés II, quien encargó la construcción de la Gran Pirámide de Giza y la destrucción de los templos de los faraones anteriores, una muestra inequívoca de su egocentrismo. La tortura fue uno de los instrumentos de los que se valió Ramsés II para demostrar su poder. Y es que uno de los rituales preferidos del monarca y dios egipcio consistía en amputar la mano derecha y el pene de sus enemigos.

La muestra más inequívoca de la grandeza de este personaje de la antigüedad es que, antes de que los europeos fueran capaces de descifrar los jeroglíficos, el único nombre de faraón que conocían los egiptólogos era el de Ramsés II.

martes, 1 de febrero de 2011

El Pensar y Sentir de las Plantas

El Pensar y Sentir de las Plantas

Las plantas no tienen cerebro, ni sistema nervioso bien desarrollado. No pueden sentir ni pensar como el hombre y muchos animales. Sin embargo, hay plantas que cierran sus hojas y se quedan caidas cuando se las toca. Otras plantas atrapan insectos y los retienen en cautiverio para alimentarse.


En realidad toda planta tiene maneras de hacer las cosas o de afrontar el peligro, a menudo el peligro es simplemente el exceso de calor o de frio, de sequía o de viento. las distintas plantas han logrado desarrolar muchas maneras de escapar a los peligros, por ejemplo, el cacto tiene modificaciones gracias a las cuales puede vivir en un calido desierto con la misma eficacia de un camello.



En América tropical crece un pequeño arbusto que se llama sensitiva o mimosa. Tiene centenares de diminutos foliolos, cada uno de los cuales mide alrededor de medio centimetro, están dispuestos en pares y el follage parece un conjunto de plumas por el número y la delgadez de los foliolos. Si se toca uno de los foliolos, éste se dobla inmediatamente. Las planta parecerá dormida, pero en una media hora se verá totalmente repuesta.




Si el sol es intenso o el viento muy fuerte como para secar con demasiada rapidez el agua, la mayoría de las otra plantas, cierran los poros de sus hojas. La sensitiva o mimosa pliega sus foliolos y los deja caídos, tiene celulas muy sensibles que actúan cuando los rayos del sol son demasiado intensos, o cuando el viento es fuerte. El impulso atravieza esas células rápidamente, y entonces la planta parece marchita.

Miles de otras plantas tienen millones de recursos, para su propio beneficio. El cacto del desierto almacena su agua, posee espinas eficaces para mantener a distancia a los animales que pueden causarle daño. Otras plantas poseen distintas maneras de eludir el peligro, según las variables o condiciones del aire, el agua, el viento, los animales vagabundos, el sol. Todas las cosas maravillosas que hacen en la actualidad la plantas son el resultado de esas variaciones, las cuales le han permitido sobrevivir a traves de las diferentes épocas.