La lejía casera sin aditivos, normalmente empleada para blanquear y desinfectar, puede tener otro uso sorprendente: en muy pequeñas dosis trata y alivia el eczema crónico infantil, según investigadores de la Universidad Northwestern de EE UU.
En un estudio realizado con 31 niños y que se publica hoy en la revista Pediatrics, los pediatras de la Escuela de Medicina Feinberg de esa universidad afirman que los menores que tomaron baños con un poco de lejía diluida registraron mejoras sensibles en sus síntomas.
"Es un tratamiento barato, simple y seguro que mejora de forma drástica la erupción cutánea y reduce los brotes de eczema" que afectan a un 17% de los niños en edad escolar, señalan.
Según la dermatóloga Amy Paller, autora principal del estudio, los niños vieron reducida la gravedad de su eczema en cinco veces en comparación con los que fueron tratados con placebos durante un periodo de tres meses. Paller subrayó la importancia de que se diluya correctamente la lejía (hipoclorito de sodio), en una concentración menor del 0,005%. Esto equivale según ella a unos 112 mililitros por una bañera grande llena de agua.
"Recomiendo a todo el que esté considerando este tratamiento que lo discuta antes con su médico y siga las instrucciones con cuidado", enfatizó. El típico tratamiento con antibióticos orales y tópicos del eczema aumenta el riesgo de que se produzca una resistencia bacteriana, algo que los médicos tratan de evitar. Pero la lejía elimina las bacterias sin que exista el mismo riesgo a una resistencia bacteriana, explica el estudio.
El eczema crónico infantil, que se manifiesta con una inflamación cutánea, causa terribles picores que pueden impedir a los niños incluso dormir por la noche. Rascarse empeora la situación porque produce heridas e infecciones crónicas de la piel difíciles de tratar, especialmente las causadas por el estafilococo aureo, resistente a la meticilina.
En el estudio, Paller y su equipo trataron durante 14 días con antibióticos por vía oral a 31 pacientes de entre seis meses y 17 años de edad. La mitad de ellos tomó dos veces por semana baños a los que se había añadido unos 112 mililitros de lejía por una bañera grande llena, mientras que los demás fueron tratados con un placebo. Se les pidió que permanecieran en la bañera entre 5 y 10 minutos. Además Los investigadores apreciaron una mejora tan grande en los niños que tomaron los baños que pusieron fin al estudio antes de lo previsto para que todos se pudieran beneficiar del tratamiento.
"Creemos que la lejía tiene propiedades antibacterianas y redujo el número de bacterias en la piel, que es uno de los causantes de los brotes", señaló Paller.
Uno de los hallazgos interesantes del estudio es que el eczema en el cuerpo, los brazos y las piernas mejoró sensiblemente, mientras que la cara, que no se metió en el agua, no experimentó ninguna mejoría.
En un estudio realizado con 31 niños y que se publica hoy en la revista Pediatrics, los pediatras de la Escuela de Medicina Feinberg de esa universidad afirman que los menores que tomaron baños con un poco de lejía diluida registraron mejoras sensibles en sus síntomas.
"Es un tratamiento barato, simple y seguro que mejora de forma drástica la erupción cutánea y reduce los brotes de eczema" que afectan a un 17% de los niños en edad escolar, señalan.
Según la dermatóloga Amy Paller, autora principal del estudio, los niños vieron reducida la gravedad de su eczema en cinco veces en comparación con los que fueron tratados con placebos durante un periodo de tres meses. Paller subrayó la importancia de que se diluya correctamente la lejía (hipoclorito de sodio), en una concentración menor del 0,005%. Esto equivale según ella a unos 112 mililitros por una bañera grande llena de agua.
"Recomiendo a todo el que esté considerando este tratamiento que lo discuta antes con su médico y siga las instrucciones con cuidado", enfatizó. El típico tratamiento con antibióticos orales y tópicos del eczema aumenta el riesgo de que se produzca una resistencia bacteriana, algo que los médicos tratan de evitar. Pero la lejía elimina las bacterias sin que exista el mismo riesgo a una resistencia bacteriana, explica el estudio.
El eczema crónico infantil, que se manifiesta con una inflamación cutánea, causa terribles picores que pueden impedir a los niños incluso dormir por la noche. Rascarse empeora la situación porque produce heridas e infecciones crónicas de la piel difíciles de tratar, especialmente las causadas por el estafilococo aureo, resistente a la meticilina.
En el estudio, Paller y su equipo trataron durante 14 días con antibióticos por vía oral a 31 pacientes de entre seis meses y 17 años de edad. La mitad de ellos tomó dos veces por semana baños a los que se había añadido unos 112 mililitros de lejía por una bañera grande llena, mientras que los demás fueron tratados con un placebo. Se les pidió que permanecieran en la bañera entre 5 y 10 minutos. Además Los investigadores apreciaron una mejora tan grande en los niños que tomaron los baños que pusieron fin al estudio antes de lo previsto para que todos se pudieran beneficiar del tratamiento.
"Creemos que la lejía tiene propiedades antibacterianas y redujo el número de bacterias en la piel, que es uno de los causantes de los brotes", señaló Paller.
Uno de los hallazgos interesantes del estudio es que el eczema en el cuerpo, los brazos y las piernas mejoró sensiblemente, mientras que la cara, que no se metió en el agua, no experimentó ninguna mejoría.
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