El número de mujeres que consumen cantidades peligrosas de alcohol se ha doblado en Inglaterra en los últimos diez años, según un estudio de la fundación Joseph Rowntree.
La proporción de mujeres que beben más de la cuenta ha pasado de un 8% en 1998 a un 18% en la actualidad, indica el estudio.
Durante esos mismos años, la proporción correspondiente a los varones aumentó por el contrario sólo ligeramente: de un 22 a un 23%.
Según la fundación, el acortamiento de las diferencias entre hombres y mujeres en cuanto a excesos alcohólicos se explica en parte por el hecho de que las segundas suelen tomar vino, que tiene una gradación superior a la cerveza.
El mayor consumo de alcohol se explica por la enorme publicidad y la abundancia de bebidas baratas, entre otros factores.
Muchos pubs y restaurantes sirven además el vino en copas grandes, con lo que se dobla prácticamente vez la ingesta de alcohol cada vez que se toma una copa.
Los colegios de médicos y enfermeras obligados a tratar las desastrosas consecuencias de los abusos alcohólicos en la salud de las personas se quejan de que las campañas publicitarias del Gobierno contra el alcohol no funcionan.
Proponen a cambio que el Gobierno fije un precio mínimo por unidad de alcohol para impedir que los supermercados fomenten una cultura de elevado consumo ofreciendo bebidas de elevada gradación alcohólica a precios de saldo.
La proporción de mujeres que beben más de la cuenta ha pasado de un 8% en 1998 a un 18% en la actualidad, indica el estudio.
Durante esos mismos años, la proporción correspondiente a los varones aumentó por el contrario sólo ligeramente: de un 22 a un 23%.
Según la fundación, el acortamiento de las diferencias entre hombres y mujeres en cuanto a excesos alcohólicos se explica en parte por el hecho de que las segundas suelen tomar vino, que tiene una gradación superior a la cerveza.
El mayor consumo de alcohol se explica por la enorme publicidad y la abundancia de bebidas baratas, entre otros factores.
Muchos pubs y restaurantes sirven además el vino en copas grandes, con lo que se dobla prácticamente vez la ingesta de alcohol cada vez que se toma una copa.
Los colegios de médicos y enfermeras obligados a tratar las desastrosas consecuencias de los abusos alcohólicos en la salud de las personas se quejan de que las campañas publicitarias del Gobierno contra el alcohol no funcionan.
Proponen a cambio que el Gobierno fije un precio mínimo por unidad de alcohol para impedir que los supermercados fomenten una cultura de elevado consumo ofreciendo bebidas de elevada gradación alcohólica a precios de saldo.
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