Científicos de la Universidad de Edimburgo (Reino Unido) han descubierto los componentes genéticos que pueden tener un papel clave a la hora de ralentizar o detener enfermedades como el cáncer y la esclerosis múltiple.
Los investigadores, dirigidos por el profesor David Hume, publicaron el estudio en la revista Nature Genetics y destacaron que el hallazgo puede derivar en nuevos tratamientos médicos contra las enfermedades relacionadas con el sistema inmunológico. Hasta ahora se consideraba que un grupo selecto de "genes maestros", como los denominan estos científicos, controlaba el crecimiento de las células que causaban estas dolencias.
Este estudio completa esta teoría afirmando que hay cientos de genes que interactúan en la generación de estas enfermedades, en un proceso con infinidad de variaciones que hacen que la aparición y las causas de las mismas difieran en función de las personas.
Los investigadores esperan que esta identificación de los "puntos débiles" en la estructura genética de los individuos ayude a crear mecanismos médicos que permitan detener el crecimiento de tumores en beneficio del crecimiento de las células sanas.
Hume manifestó: "Este estudio nos ha mostrado de manera clara dónde están los frenos que podrían ralentizar o detener enfermedades como el cáncer y la esclerosis múltiple". "Creemos que esto puede conducir a la comunidad científica a encontrar tratamientos y curas para muchas enfermedades relacionadas con el sistema inmunológico", declaró el profesor Hume.
Los investigadores, dirigidos por el profesor David Hume, publicaron el estudio en la revista Nature Genetics y destacaron que el hallazgo puede derivar en nuevos tratamientos médicos contra las enfermedades relacionadas con el sistema inmunológico. Hasta ahora se consideraba que un grupo selecto de "genes maestros", como los denominan estos científicos, controlaba el crecimiento de las células que causaban estas dolencias.
Este estudio completa esta teoría afirmando que hay cientos de genes que interactúan en la generación de estas enfermedades, en un proceso con infinidad de variaciones que hacen que la aparición y las causas de las mismas difieran en función de las personas.
Los investigadores esperan que esta identificación de los "puntos débiles" en la estructura genética de los individuos ayude a crear mecanismos médicos que permitan detener el crecimiento de tumores en beneficio del crecimiento de las células sanas.
Hume manifestó: "Este estudio nos ha mostrado de manera clara dónde están los frenos que podrían ralentizar o detener enfermedades como el cáncer y la esclerosis múltiple". "Creemos que esto puede conducir a la comunidad científica a encontrar tratamientos y curas para muchas enfermedades relacionadas con el sistema inmunológico", declaró el profesor Hume.