A cinco años de los peores atentados terroristas en la historia de España, este país europeo recordó sin actos oficiales ni masivos a las víctimas de los ataques cometidos contra varios trenes de pasajeros en Madrid y sus alrededores
El 11 de marzo de 2004, es una fecha que quedó en la memoria de los españoles como el 11-M, cuando una serie de explosiones en los convoyes dejaron 192 muertos y más de mil 500 heridos.
El quinto aniversario estuvo marcado por la ausencia de ceremonias o actos masivos oficiales en recuerdo del que es considerado el peor ataque terrorista en la historia de Europa.
Pilar Manjón, una de las víctimas del atentado y quien ahora dirige la Asociación 11-M Afectados por el Terrorismo, criticó la falta de movilizaciones y consideró que esto estimula el olvido al tiempo que promueve la falta de reconocimiento a las víctimas.
El presidente del gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, respondió que cada año se recuerda a las víctimas con dignidad, con cariño, y pensando en un futuro para el país en el que se luche para que no vuelva a haber otro atentado.
Ese día, a las 7:37 de la mañana, una bomba colocada en un vagón ferroviario estalló en la estación de Atocha.
Casi inmediatamente, otros dos artefactos explotaron en el mismo tren, mientras que tragedias similares ocurrieron en convoyes que transitaban por las estaciones de El Pozo y Santa Eugenia, cercanas a la capital, y una más en la entrada de Atocha.
En total fueron 10 las explosiones que detonaron los miembros vinculados a la organización Al Qaeda.
El 11 de marzo de 2004, es una fecha que quedó en la memoria de los españoles como el 11-M, cuando una serie de explosiones en los convoyes dejaron 192 muertos y más de mil 500 heridos.
El quinto aniversario estuvo marcado por la ausencia de ceremonias o actos masivos oficiales en recuerdo del que es considerado el peor ataque terrorista en la historia de Europa.
Pilar Manjón, una de las víctimas del atentado y quien ahora dirige la Asociación 11-M Afectados por el Terrorismo, criticó la falta de movilizaciones y consideró que esto estimula el olvido al tiempo que promueve la falta de reconocimiento a las víctimas.
El presidente del gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, respondió que cada año se recuerda a las víctimas con dignidad, con cariño, y pensando en un futuro para el país en el que se luche para que no vuelva a haber otro atentado.
Ese día, a las 7:37 de la mañana, una bomba colocada en un vagón ferroviario estalló en la estación de Atocha.
Casi inmediatamente, otros dos artefactos explotaron en el mismo tren, mientras que tragedias similares ocurrieron en convoyes que transitaban por las estaciones de El Pozo y Santa Eugenia, cercanas a la capital, y una más en la entrada de Atocha.
En total fueron 10 las explosiones que detonaron los miembros vinculados a la organización Al Qaeda.
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