1. MUÉRDELA
¿Te suena extraño? de hecho, el morder es uno de los más excitantes tips de esta lista… cuando se hace correctamente, claro. Lógicamente, no vas a arrancar y masticar pedazos de carne. Lo que harás será mucho más sutil: abre tu boca sobre un hombro, sobre el trasero o cualquier área carnosa (sus muslos, por ejemplo) y cierra un poco la boca aplicando un poco de presión suavemente. Obviamente, tus mandíbulas no deben llegar a unirse, y tampoco debes pellizcar la piel con los dientes pues eso la lastimará. No lo hagas tampoco en exceso; unas cuantas mordidas bien hechas mostrarán bien tu pasión. Un buen ejemplo es si la estás tomando desde atrás, moderla en su espalda u hombro al llegar al clímax.
2. ACÉITALA
El usar aceite como instrumento sexual no es algo nuevo, pero es frecuentemente poco utilizado a pesar que es algo que a ellas les encanta. El aceite provee una superficie resbalosa para el juego sexual. Este debe ser vegetal -no el de cocina, hombre- y oler bien (pregunta por aceites para masajes en una farmacia cercana), además de ser suave (prueba uno a base de almendras, por ejemplo). Coge una cortiña de baño u otra cubierta que no sea dañada por el aceite, ponla encima de la cama o de la alfombra y tu camino hacia el orgasmo será casi como en patines.
3. INTERCALA FRÍO Y CALIENTE
Los cambios de temperatura estimulan y excitan los nervios. Cuando los estímulos externos permanecen sin variación, tus nervios se relajan y desinsibilizan, pues ya saben qué va a pasar, nada cambia y por lo tanto reducen su consumo de energía. Si estimulas sus nervios cambiando la temperatura, ella se mantendrá alerta y por tanto aumentará la calidad de tu juego sexual. Puedes usar una variedad de sustancias, como chocolate caliente, una copa de vino helado o un cubo de hielo. Ten mucho cuidado para no hacer la experiencia incómoda para tu pareja. Hasta que sepas exactamente cómo hacer tus movidas, pregúntale qué le gusta y cómo. Puedes aplicarlo para el sexo oral o para inventar tus propios juegos.
4. LAME SUS PIES
Ten en cuenta antes de pensar en esto que hay gente que odia los pies y también hay quienes odian que toquen sus propios pies. Sin embargo, el que te los laman puede ser una de las experiencias más sensuales que vivas. Las áreas más sensitivas son entre los dedos y el arco del pie. Es mucho mejor si se hace lentamente. Una cosa muy importante: asegúrante que tus propios pies estén sanos, limpios y bien arreglados. Si lo haces después de la ducha, asegúrate de enjuagarlos bien: a nadie le gusta el sabor del jabón.
¿Te suena extraño? de hecho, el morder es uno de los más excitantes tips de esta lista… cuando se hace correctamente, claro. Lógicamente, no vas a arrancar y masticar pedazos de carne. Lo que harás será mucho más sutil: abre tu boca sobre un hombro, sobre el trasero o cualquier área carnosa (sus muslos, por ejemplo) y cierra un poco la boca aplicando un poco de presión suavemente. Obviamente, tus mandíbulas no deben llegar a unirse, y tampoco debes pellizcar la piel con los dientes pues eso la lastimará. No lo hagas tampoco en exceso; unas cuantas mordidas bien hechas mostrarán bien tu pasión. Un buen ejemplo es si la estás tomando desde atrás, moderla en su espalda u hombro al llegar al clímax.
2. ACÉITALA
El usar aceite como instrumento sexual no es algo nuevo, pero es frecuentemente poco utilizado a pesar que es algo que a ellas les encanta. El aceite provee una superficie resbalosa para el juego sexual. Este debe ser vegetal -no el de cocina, hombre- y oler bien (pregunta por aceites para masajes en una farmacia cercana), además de ser suave (prueba uno a base de almendras, por ejemplo). Coge una cortiña de baño u otra cubierta que no sea dañada por el aceite, ponla encima de la cama o de la alfombra y tu camino hacia el orgasmo será casi como en patines.
3. INTERCALA FRÍO Y CALIENTE
Los cambios de temperatura estimulan y excitan los nervios. Cuando los estímulos externos permanecen sin variación, tus nervios se relajan y desinsibilizan, pues ya saben qué va a pasar, nada cambia y por lo tanto reducen su consumo de energía. Si estimulas sus nervios cambiando la temperatura, ella se mantendrá alerta y por tanto aumentará la calidad de tu juego sexual. Puedes usar una variedad de sustancias, como chocolate caliente, una copa de vino helado o un cubo de hielo. Ten mucho cuidado para no hacer la experiencia incómoda para tu pareja. Hasta que sepas exactamente cómo hacer tus movidas, pregúntale qué le gusta y cómo. Puedes aplicarlo para el sexo oral o para inventar tus propios juegos.
4. LAME SUS PIES
Ten en cuenta antes de pensar en esto que hay gente que odia los pies y también hay quienes odian que toquen sus propios pies. Sin embargo, el que te los laman puede ser una de las experiencias más sensuales que vivas. Las áreas más sensitivas son entre los dedos y el arco del pie. Es mucho mejor si se hace lentamente. Una cosa muy importante: asegúrante que tus propios pies estén sanos, limpios y bien arreglados. Si lo haces después de la ducha, asegúrate de enjuagarlos bien: a nadie le gusta el sabor del jabón.
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