viernes, 12 de junio de 2009

Errores de lectura

¿Vocaliza mientras lee?, ¿pasa el dedo por las líneas? Si es así, debe saber que esos hábitos y otros que se suelen utilizar de forma sistemática entorpecen de manera significativa la velocidad lectora de un texto. A continuación, detallamos algunos de los errores más frecuentes que se comenten mientras se lee recogidos por Juan Carlos Garelli en 'Método de lectura veloz' y Richadeau en su 'Método de lectura rápida'. Evitarlos es el primer paso para conseguir una lectura eficaz.

Vocalizar: la mente funciona más rápido que la boca, por tanto, si a la vez que leemos vocalizamos las palabras retrasamos la velocidad de lectura. Una buena manera de evitar esta mala práctica es introducir durante la lectura un lápiz o bolígrafo entre los labios para impedir la vocalización.

Subvocalizar: en ocasiones, aún sin mover los labios se repiten mentalmente las palabras que se leen, provocando de esta forma el mismo retraso que con la vocalización. Intentar captar las ideas, no las palabras puede ser un buen método para erradicar este hábito, al igual que incrementar de manera forzosa la velocidad de lectura.

Regresiones: volver una y otra vez sobre el texto leído ralentiza la lectura de forma significativa; es importante evitar las regresiones limitándolas a cuando sean estrictamente necesarias porque no se haya comprendido la totalidad de un párrafo completo.

Movimiento: los movimientos de cabeza y cuerpo mientras se lee pueden provocar que se pierda la vista del texto y se pierda de ese modo el ritmo de lectura. Hay que intentar limitarse al movimiento ocular sobre el texto.

Guiarse con el dedo: utilizar un dedo o un lápiz para guiar o direccionar la lectura constituye un habito de apoyo que, aunque en un principio puede ser eficaz para adquirir un hábito de lectura rápida, si se abusa de él puede llegar a ralentizarla.

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